¿Quieres entregarte a historia totalmente épica de CABALLEROS TEMPLARIOS como nadie te la ha contado NUNCA? Siempre soñaste con que alguien se atreviera a escribir un libro así. Pero, vivimos unos tiempos donde lo práctico y la velocidad se llevan nuestras vidas hacia un caos enmarañado donde ya nadie sabe qué es importante y qué no.
Pero, en Teruel, tierra aragonesa con fueros propios, y territorio Templario y cátaro por excelencia en el siglo XIII, lo tenían muy claro.
Lo importante era sobrevivir.
Pero, no de cualquier manera.
Para ellos, los principios y los valores eran tan necesarios como el comer o como el respirar, PORQUE ERA IMPOSIBLE SOBREVIVIR, sin poner su vida en disposición de la comunidad, a cambio de que los demás hicieran lo mismo.
Cuando, hasta las fornidas murallas de Teruel, llegaban los guerreros musulmanes del sur, o los guerreros castellanos cristianos del oeste, todos ellos amigos en ocasiones y temibles enemigos en otras, TODOS EN TERUEL, musulmanes, cristianos, judíos y cátaros, se convertían automáticamente en soldados.
Hombres, mujeres, mayores y niños ponían sus vidas EN RIESGO DE MUERTE, a cambio de que los demás hicieran lo mismo. Y lo que uno cualquiera no hiciera por los demás, otro lo tendría que hacer en su lugar.
Y, de esa manera, nadie esperaba que el Concejo hiciera algo por ellos, sino que ellos mismos SABÍAN perfectamente, lo que tenían que hacer para defender el fuerte fronterizo, hasta derramar la última gota de su sangre si fuera necesario, por su LIBERTAD.
ERA UNA SIMPLE VERDAD, que hoy, en nuestras modernas sociedades democráticas, PARECE TOTALMENTE OLVIDADA.
Pagaremos el precio por nuestra comodidad, sin propósito ninguno para algo, sino para sí misma.
Hemos olvidado por completo que, "la comodidad intermitente es el premio al esfuerzo continuado para ser libres". Y, ante la ceguera de nuestra civilización, lo hemos sustituido por el convencimiento de que, "el esfuerzo intermitente es el premio a la comodidad continuada para ser libres".
Para querer sobrevivir en semejantes tierras salvajes se necesitaba un propósito descomunal: querer ser LIBRES.
Sin embargo, hemos pasado de tener un incómodo pero hermoso propósito para sobrevivir, a convertir a la propia comodidad en el único propósito de nuestras vidas.
Y, así es, asombrosamente, cómo para escapar del mal, hemos huido del bien.
El error es tan mayúsculo como desconcertante, y es el que verdaderamente nos aboca a un futuro incierto, en la actualidad.
Teruel Infinity es la historia de una ASOCIACIÓN DE PERSONAS EXCEPCIONALES, de principios de siglo XIV, y que comprenden perfectamente cuál es el propósito de sus vidas. De forma innata saben que se deben a un bien mayor que ellos mismos. Y no están dispuestos a consentir que la barbarie, ni el abuso, tome el poder sobre los más desfavorecidos.
Entienden, perfectamente, que los mediocres, mezquinos, flacos y ruines son verdaderamente listos a la hora de organizarse a medio y largo plazo para hacerse con el poder de las instituciones turolenses. Y no solo eso, sino que tienen la paciencia suficiente como para esperar agazapados su momento: no les queda otra, ya que no saben triunfar volando como las águilas y creen que solo es posible triunfar arrastrándose como las serpientes.
Y, esta es una verdad, que no ha sido nunca bien entendida por las personas nobles, honradas, generosas y compasivas, que siempre han creído que bastaba con no meterse en la vida de los demás, para que los demás no se metieran en la tuya. Pero, este es el más grave error que comete la gente buena, y que les acaba llevando a no prestar la atención suficiente a la envidia que generan a su alrededor, por su espontánea brillantez personal.
Este error era tan letal antes como en los tiempos actuales, e increíblemente, nos hace tan iguales e idénticos a nuestros antepasados, que nada parece haber cambiado en 700 años, salvo la tecnología.
Estamos en una época tan asombrosa como ignorada. No fue la época bárbara que nos habían contado. Estamos en una de las épocas, no solo religiosas, sino más espirituales de todos los tiempos. Las mayores sensibilidades humanas fluían, como jamás han vuelto a hacerlo, hasta nuestros tiempos actuales, y desde la época en que se pintaron las cuevas sagradas de Altamira.
Pero la fascinación por el poder y la avaricia, por la riqueza ciega, son los baluartes donde se enrocan los representantes de las mayores tradiciones religiosas de la época, y los reyes y emires más déspotas.
La inquisición cristiana, la cúpula de la Santa Sede del Papa Clemente V y las ramas más extremas y fundamentalistas del Islam, no dieron tregua al sentido común, a la necesidad de compasión, a la naturaleza solidaria humana.
Y, por otro lado, tenemos a los luminosos frailes franciscanos, los caballeros templarios, los musulmanes sufíes y los judíos cabalísticos, que crearon espacios de comunicación, de comunión y de armonía... Pero eran una minoría.
Era el momento en que las personas más humildes, pero arrolladoramente arriesgadas y valientes, plantasen cara a aquellos que regían las formales tradiciones de control de las emociones humanas, en la búsqueda de la necesaria Libertad humana.
Y, en el Teruel Infinity, llegó el momento de buscar la Libertad Interior gracias las auténticas victorias que hacen crecer la gloria de la grandeza del amor fraternal humano.
Y si fuera necesario, incluso conquistarla.
Y lo hicieron..., vaya que si lo hicieron.
