I.Pintura de la Santa Sábana en Teruel
POR Angel Alvarez Orgaz
26/11/2023
El sol se pone y el Cielo único de Teruel nos embelesa el alma. Estamos, también, en la frontera climática, entre el clima continental de la meseta castellana, y el clima mediterráneo del Levante, donde Aragón consigue meter un poco de su territorio, ya totalmente esquilmado, en pro del nacimiento de un Reino de Reinos, llamado España.
¿Es aquí donde suceden los milagros? Sí, y no paran de suceder, y como siempre, en la armadura de la techumbre de la Catedral de Santa María de Mediavilla. Este conocimiento que la suerte nos ha abierto al Medievo es como un majestuoso libro escrito por un monje Benedictino, que nos cuenta una maravilla.
Este viaje le toca a la Sábana Santa. ¿Qué nos dice el "cielo" de la catedral, respecto a la misma? ¿Qué pequeños, pero reveladores detalles nos aporta?
Diréis que la pintura es poca cosa, pero es muchísimo lo que nos dice, porque, a veces, en lo poco y breve, encuentras la mayor virtud.
Por lo pronto, un increíble estudio científico, a finales del segundo milenio después de Cristo, demostró que la sábana que cubría a Cristo, era falsa. La prueba que no falla, la del carbono-14, golpeó la fe de los creyentes, como nunca había ocurrido antes, desde las espinillas, hasta la fontanela craneal, pasando por el hueso de la rabadilla.
El resultado fue que no hubo ateo que no se riera de algún creyente, ni creyente que no escuchara algún reproche, por su inocente credulidad. Aquello fue como si un extraordinario tsunami que recorriera los extensos mares oceánicos mundiales, con la mayor ola de cachondeo posible, enterrara las ilusiones de millones de católicos de todo el planeta, entre millones de toneladas de hastío, por el nuevo engaño religioso.
Considerado como la prueba de las pruebas, de la existencia de Cristo, y de lo más importante, de la realidad de su resurrección, pasó a ser la prueba de cómo millones de personas se dejaron engañar como unos idiotas, por enésima vez, a lo largo de la historia cristiana. Y, la Santa Madre Iglesia, una vez más, volvió a decir eso de que: "¿Acaso importa algo? Creer en la existencia de Jesús y en su Resurrección, es una cuestión de FE".
Aquello fue aún más devastador, porque millones de cristianos descubrieron, por fin, que no tenían FE. Algo hizo un "clic", en la conciencia de millones de católicos. La casita de cristal de nuestra lagartija llamada "FE", el último misterio que pensábamos todos, que jamás nos robaría nadie. Y que lo sentíamos y amábamos, lo mismo que de niños pequeños, a nuestro bote secreto de cristal, lleno de caracolas, pétalos de flores, trozos de cuerdas y piedras de colores, que se nos resbaló de las manos, se nos volcó y se nos cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos. Y, nuestra lagartija, "Fe", el último bastión de nuestra niñez que incluso, habría logrado atravesar nuestra pubertad, sin instalarse en un cómodo videojuego, se nos escapó, rauda y veloz, hacia su hábitat natural, según fuese terreno o marino: lo desconocido, o lo imposible.
Pero luego, cuando nos pusimos a llorar, vino Mamá Iglesia, y nos pegó en el culete, por guardar todas aquellas cosas, que en el fondo no iban a servir para nada, y ¡por tener prisionera a la pobre "Fe"! ¿Acaso pudieron ser más crueles, con nuestras curiosas e inocentes almas?
Y, ¡con toda la prueba de un experimento repetido en tres laboratorios distintos!: La datación de la Síndone de Turín indicaba, sin lugar posible al error, que era un "trapillo" de lino, confeccionado entre 1260 y 1390. Qué duro golpe. Nos dieron caña hasta en la sopa de fideos, que nos la tuvimos que comer, bien fría.
Y, bueno, nosotros no hemos superado todavía el trauma, sobre todo, el de los azotes en el culete, porque, al fin y al cabo, la lagartija "Fe", se salvó, y se nos escondió en la Gran Pirámide de Keops, que contruyeron los extraterrestres, y ¡ya nos hemos espabilado!, porque allí, todo es de piedra y es imposible demostrar nada con el Carbono - 14.
Así, que vamos directos al asuntillo:
La datación de la armadura mudéjar de Teruel es del último cuarto del siglo XIII, entre 1.275 y 1.300. Eso significa que la Santa Sábana que allí se pintó, como muy tarde, se terminó en 1.300.
En la pintura de la Pasión de Cristo, y con muy poco espacio para representarla, ¿por qué pensaron que era tan importante pintar una Santa Sábana cubriendo el cuerpo de Jesús, después de muerto? Ni en el Rosario cristiano, ni en los caminos de los viacrucis de los pueblos, ni en los pasos procesionales de Semana Santa, se tomaba este asunto en consideración.
El viacrucis tiene 14 pasos, como el dorsal de nuestro mítico piloto, Fernando Alonso, y su trayectoria por el mundial de Fórmula 1, donde hay que detenerse para rezar y meditar sobre la Pasión de Jesucristo, cada vez que entra a Boxes, o le anuncian una mejora en el coche, a lo largo de un circuito que sube a un cerro, a imagen y semejanza del Monte Gólgota, en cuyo sinuoso trayecto, tratará de coronarse en lo más alto de su cruz, y nos ganará su tercer mundial, después de su resurrección.
En el paso trece, se baja a Jesús de la cruz, muerto, a los 33 años, como la victoria de F1 que está a punto de lograr nuestro piloto, y se le entrega el cuerpo a su Madre, la Virgen María, que después de los pepinazos que se ha metido Alonso y ha salido medio vivo, también habría que entregar sus maltrechas carrocerías, a la Virgen de Ferrari.
En el último paso, el catorce, se deposita el cuerpo del señor en el sepulcro, que en el caso de Fernando, se depositará en lo más alto del PODIO. Y allí, es donde se le entregará el SANTO GRIAL en forma de Copa de Cristo, que se llenará con el vino de la Eucarístía, para celebrar la mayor victoria lograda nunca, desde una RESURRECCIÓN JAMÁS VISTA hasta ahora: ¡Con CHAMPÁN!
Y, allí estará nuestra lagartija, "Fe", nadando dentro de la copa, "para molestar", como le gusta decir a Fernando Alonso.
Pero, es que en la Catedral de Teruel, se juntan los pasos 13 y 14, y se le entrega el cuerpo a su Madre, la Virgen María, a la vez que lo depositan en el sepulcro, TAPADO CON UNA SABANA, SALVO EL ROSTRO.
Esta escena está llena de interrogantes.
Tres de los cuatro evangelios canónicos nos hablan de que el cuerpo de Jesús fue cubierto con una sábana, salvo el de Juan, que dice que fueron vendas, con plantas aromáticas. Y Juan, que lo vio todo, dice que en la resurrección, las vendas aparecen tiradas en el suelo, pero el sudario que cubría el rostro de Jesús (pensamos que todo el cuerpo) apareció bien enrollado.
Luego, el sudario, sí existió, y la tumba no fue saqueada. No tiene sentido que la saquearan y que luego enrollaran bien el sudario. Además, en teoría, el sudario lo enrollaron los ángeles.
Es curioso, que Lucas, Mateo y Marcos, que no estuvieron allí, y no son coetáneos a Jesús, sino que escriben sus evangelios un siglo después, y de oídas, hablaran de una sábana que cubrió el cuerpo. Y eso significa que la conocían, y la llamaban "sábana", y no sudario, como Juan, que sí fue coetáneo de Jesús.
Luego, la sábana sí que existió.
La primera evidencia de que algo raro pasa aquí, y que encontramos en Santa María de Mediavilla, es que un caballero de la mítica Orden o Priorato de Sión está junto al cadáver de Jesús, totalmente abatido, custodiándolo. Sabemos que pertenece a esa Orden, porque la flor de lis era su símbolo, y nos la muestra bien grande, en el Escudo con la Flor de Lis.
Se ha afirmado que la Orden de Sión fue fundada en Jerusalén, alrededor del año 1099, por Godofredo de Bouillón, después de la Primera Cruzada, donde se logró conquistar Jerusalén. Supuestamente, se dedicaba a proteger y preservar ciertos secretos religiosos o de linaje. Uno de los elementos más conocidos asociados con la Orden de Sión es su supuesta relación con el Santo Grial.
La representación del Santo Grial, es la flor de lis, que imita al Cáliz, donde se recogió la "sangre real" de Cristo, cuando sangraba en la cruz. Ese Cáliz fue el mismo que el de la Última Cena.
Es decir, que el Santo Grial, como secreto de un LINAJE, y como un Cáliz de Cristo material, están relacionados con su custodia por la Orden o Priorato de Sión.
Es por eso, que esta pintura nos aporta un dato nuevo: La Orden, o Priorato de Sión también custodiaba la Santa Sábana. No es casual, que el símbolo de la flor de lis, en el escudo del caballero de Sión, esté junto a Jesús, tapado con ella.
Pero, lo que nos asombra es ver una gran cantidad de flores de lis e incluso a varias personas que la llevan, en las tablillas de la techumbre, de muchas formas y tamaños, encastradas en las puntas de una varilla que agarraban con la mano. Y un rey, que incluso la señala con el dedo, queriendo indicar "algo".
Es como si toda la techumbre nos dijera que TODOS, en Teruel, sabían el secreto del Santo Grial y su significado, respecto al linaje de la descendencia de Jesús y María Magdalena. Es como si toda la Villa de Teruel perteneciera al Priorato de Sión. O que el Priorato tuviera su sede secreta en la villa de Teruel.
Realmente, no es de extrañar que en siglos posteriores se taparan las pinturas. No eran religiosas, salvo una pequeña parte, la Pasión de Cristo. En su máximo momento de esplendor, la Catedral más parecía la sede de una moderna logia masónica, que una Iglesia.
En concreto, en esta pintura, dos miembros del Priorato de Sión están acompañando a Jesús, cuando está cubierto con la Santa Sábana. El caballero con el escudo de la flor de lis, nos está diciendo ALGO, y eso es porque nos lo está diciendo ALGUIEN: ¿Quién, qué y para qué? ¿Nadie, nada y para nada? ¡Ya veremos!
Ya os podéis imaginar cuál va a ser nuestra tesis. Vamos a "molestar" a la Ciencia, un ratito, porque nos parecen muy monos, estos científicos. Por supuesto, la Santa Sábana es verdadera, existió desde el primer momento de la Resurreción, y es la Síndone de Turín.
Sabemos por los evangelistas, algunos de oídas y otros testigos directos, que la Santa Sábana existió desde el primer día de la muerte de Jesús. Sabemos que Marcos, Mateo y Lucas, la llamaban "Sábana", mientras que Juan, que sí que la vio, la llamaba "Sudario". Y, sabemos que la Orden de Sión, la custodiaba, o al menos, eso pensaban en Teruel, en 1.300, que es la fecha más desfavorable para nuestras tesis, en la que se piensa que se terminaron de realizar las pinturas de la Catedral. Pero es probable que se terminaran antes.
Y, la fecha más desfavorable para nuestras tesis, en la creación de una falsa Santa Sábana es la de 1.260.
Tan solo 40 años de una posible falsificación, que probablemente sean menos, entre su creación y la pintura de Teruel, donde "alguien" cree que existe, que es verdadera y que la custodia el Priorato de Sión.
Es decir, que en Teruel, en el techo de la Catedral, se estaba pintando una Sábana Santa, cuando la auténtica NO EXISTÍA, ¿justo cuando se estaba realizando su mejor falsificación de toda la historia, y en otra parte?
Pero, lo inconcebible, es que, de ser cierto que la Síndone de Turín sea falsa, la VERDADERA SÁBANA SANTA TODAVÍA NO HAYA APARECIDO, EN 2.000 AÑOS.
Nos explicamos: existen decenas de sábanas santas falsificadas, y se sabe, porque TODAS ESTÁN REALIZADAS AL ÓLEO, CON PINTURAS DE CLARA DE HUEVO. Tan solo existe una, y que no está pintada, porque es una especie de negativo fotográfico biológico*, tan perfecto, que genera imágenes tridimensionales de carácter holográfico, y que es la Síndone de Turín, y resulta que ¿TAMBIÉN ES FALSA?
Pero, vamos a ver, ¿dónde pusieron, María, Juan, y María Magdalena, la sábana que los ángeles habían dejado enrollada en el sepulcro? ¿Qué hicieron con ella? Y decimos que la enrollaron los ángeles, porque la otra posibilidad nos parece cómica: ¡Jesús resucita y se la enrolla el mismo, la sábana, y la deja allí, como si se levantara de una siesta, y fuera a volver al sepulcro, a la noche siguiente! ¡Caramba, con el Maestro! Ni los monjes budistas del Zen.
¿Cómo puede ser posible que la tiraran a la basura, si la habían dejado allí, bien enrollada, los ángeles? Pero, si de este hombre, se guardaron hasta los clavos de hierro, las espinas de la corona, y los "millones" de trozos de cruz de madera, como para hacer un bosque más grande que la selva Amazónica.
Y por eso sabemos, que estaba en pelotas cuando lo asesinaron, porque si no..., cada hilo de sus calzoncillos sería reliquia. Pero, ¿la Santa Sábana todavía no ha aparecido?
ESTE SÍ QUE ES UN VERDADERO MISTERIO.
Lo más normal, más fácil y más probable, es que si el tiempo hubiera transcurrido al revés, del futuro al presente, sí que hubiera sido FALSA, porque, entonces, se habría creado en el año 2.100 d. C. aproximadamente. Con la tecnología del año actual, 2.023, todavía no se puede crear, ni falsificar. Aunque alguna cosa semejante, tal vez, pero no igual, para nada, en absoluto.
Por supuesto, de Leonardo da Vinci, el mayor genio de todos los tiempos, nada de nada. Nació en 1.452. Porque de este, sí que hubiéramos pensado que la podría haber creado, sí. Pero no había nacido.
(*) El verdadero rostro y cuerpo de Cristo se descubrió accidentalmente, al sacarse una foto, en el año 1.888. El negativo fotográfico, en realidad es el positivo, y es la verdadera fotografía. La propia Sábana es un negativo. Para que esto ocurriera, el cuerpo de Cristo, cubierto por la sábana tuvo que emitir una radiación luminosa corta e intensa, que en la oscuridad del Sepulcro, se plasmó en un negativo fotográfico sobre la tela.
Antes de esa fecha, tan solo se apreciaban manchas inexpresivas, con forma humana, de un tono rojizo. ¿Para qué falsificar algo en el siglo XIII, que solo lo hemos podido descubrir en el siglo XIX, analizar en el XX, y alucinar con ello, en el XXI?
(continua en II)