I.El Secreto del Santo Grial, ¡está en Teruel!

POR Angel Alvarez Orgaz
26/11/2023

El Secreto del verdadero SANTO GRIAL siempre ha estado en Teruel, delante de nuestras narices. Claro que, ahora que lo sabemos, es más fácil descubrirlo. Es tan fácil como abrir los ojos y mirar ¡uf!

El verdadero Santo Grial, y no el de las leyendas de Arturo, ni el Sagrado Cáliz.

Sí, ya sabemos que no os lo vais a creer. Siempre es lo mismo, pero al final, veréis que esto no va de farol.

 

El misterio esotérico más importante de toda la cristiandad en toda su historia, ya estaba resuelto en la techumbre de la Catedral de Santa María de Mediavilla, 700 años antes de que la novela “El Código Da Vinci” nos asombrara con sus nuevas teorías. De hecho, Dan Brown tan solo hubiera tenido que venirse a Teruel, tomarse unas tapas de nuestro exquisito jamón, partido fino, fino, fino, con pan untado en aceite y tomate, y un vino tinto, y después, mirar el artesonado mudéjar.

Pues resulta que, el secreto, ¡en Teruel, y en el siglo XIII, TODOS LO SABÍAN! Y eso que no sabían leer ni escribir, ¡caramba! Que ¿no? Pues, empecemos.

Efectivamente, en esta imagen está todo explicado: A la izquierda está Jesús, ya resucitado, después de morir en la cruz. A la derecha está María Magdalena.

IMPORTANTÍSIMO: NO ES SU MADRE, LA VIRGEN, sino MARÍA MAGDALENA. Tampoco es SAN PEDRO, LA PIEDRA SOBRE LA QUE EDIFICARÍA SU IGLESIA, sino MARÍA MAGDALENA.

Que ¿no? Pues mirad el rostro de MARÍA MAGDALENA.

 

 

¡Es el rostro de una mujer enamorada! ¡Fijaos en el colorete que tiene en el moflete! ¿Acaso os pensáis que con ese rostro se puede ser una madre?  No es el rostro de una madre, ni por asomo.

 

Pero, lo de que Jesús se le apareció a ella primero, esto no lo decimos nosotros, sino que lo dicen los evangelios. A la primera persona que se le apareció Jesús fue…, a MARÍA MAGDALENA (Lucas 24:39-43). Pero, ¿por qué este dislate disparatado? ¿Estaban los ángeles tontos o qué? Vaya fallo. Menudo error.

Pues no te fastidia, que Jesús, resucita, y a la primera persona que se encuentra es, a la ex endemoniada de las narices, con siete demonios (Lucas, 8:1-2), ni más, ni menos, que tenía metidos entre ceja y ceja. El Maestro se los sacó todos de su cuerpo, pero nos parece, que desde entonces, el que entró en su corazón y se quedó, para siempre, fue Jesús.

Porque ella, ya no le dejaría, ni a sol ni a sombra, por más que no nos cuenten nada, los evangelistas, porque es muy raro que ella se jugara la vida por Él, el día de la crucifixión, siendo más valiente que Pedro y el resto de discípulos, que salieron pitando de la escena del crimen, el Monte del Calvario, salvo Juan, que también dio la talla.

Pero, vamos a ver un poco. Esto es grave. Está naciendo el cristianismo, y cuando nace un proyecto, siempre es necesario un cierto marketing, para ir creando la marca personal. Y lo primero que se hace es un anuncio importante, invirtiendo en publicidad. Aquí, nuestros agentes publicitarios son los ángeles. Pero, ¿en qué universidad celeste aprendieron y estudiaron para publicistas, estos querubines?

O sea, que la primera persona que tiene que encontrarse con Jesús, DESPUÉS DE HABER RESUCITADO, y para que su marca funcione y venda bien…, ¿es a María Magdalena? ¿Una tía que ni pincha ni corta en todos los evangelios? ¿Ex endemoniada? ¡NO ME FASTIDIES! Pero, qué chapuza, caramba. ¡Si tenían a Pedro y la Virgen María!, que eran los números uno, a los que todos pediríamos un prólogo, para vender Biblias.

Entonces, vamos a ver si me he enterado bien. La primera persona que es cristiana, porque verdaderamente creyó en la resurrección de Jesús, cuando este se lo preguntó, y ella, finalmente le creyó, y quiso abrazarle, fue… ¿María Magdalena?

¿Os imagináis que la primera, hubiera sido la Virgen María, el mogollón de pasos de procesiones nuevos que habría en Andalucía? Y en el mundo entero. En el Vaticano estarían flipando, con la cantidad de estatuas y pinturas de Miguel Ángel: “Reconciliación del hijo y su Madre tras la resurrección” o “La Virgen sufrió, pero mereció la pena” o “Como una madre no hay ninguna”. Todo el planeta sería ya cristiano, a estas alturas de la historia, pero desde el año 1.000 después de Cristo, por lo menos.

Pero, si luego, la ex endemoniada, ya no vuelve a aparecer por ningún lado, en las escrituras, la pobre. Y, que luego, históricamente, nos la quisieron hacer pasar por prostituta, hasta que Benedicto XIII nos lo aclaró, en pleno siglo XXI, QUE NO LO FUE NUNCA, que eso fue una interpretación errónea de otro Papa.

Pues, no parece que estuvo en la última cena, a menos que no estuviera cortando y sirviendo el cordero, y luego, recogiendo los platos; no queda claro si estuvo al pie de la cruz, salvo por el chivatazo de San Juan (Juan 19: 25-27), que como él también estuvo, la vio, y lo dijo. Y que por eso, el único evangelio que admitían los cátaros era el de San Juan, porque decía la verdad verdadera. Pero los otros tres evangelistas, ni pío; No estuvo en el día de Pentecostés, donde el Espíritu Santo, baja y les concede el don de las lenguas, para que todos ellos, los discípulos, pudieran predicar.

Pues a nosotros, nos dice un pajarito cátaro, que la Magdalena estaba también allí, aunque multiplicada por cero, como siempre, y que, de golpe, aprendió el idioma francés.

Así acabó la cosa. Bastante mal. Que nos ha llegado, en los evangelios apócrifos, que María Magdalena y Pedro se llevaban a matar, porque Jesús le explicaba muchas cosas a ella sola, y además, le daba besos en…, ¿la boca?

Increíble, pero cierto, que alguien arrancó ese trocito de papiro, y es el único trocito que falta, del evangelio apócrifo de María Magdalena.

 En fin, que la Virgen María, que no nos ponemos en su lugar, su Madre, que también, la pobre… que ella también estuvo debajo de la cruz, viéndole morir… y no ponerla la primera, con lo que sufre una Madre. Y, encima, poner a la OTRA.

Sí, eso hemos dicho…, poner a la OTRA.

(continúa en II)

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