II - ¿ESVÁSTICAS dentro de la CATEDRAL MUDÉJAR de TERUEL? ¿Cómo es POSIBLE? 

POR Angel Alvarez Orgaz
06/03/2022

La Catedral de Teruel estuvo a punto de ser destruida en la Guerra Civil Española, a finales del año 1937 y comienzos de 1938, a causa de los continuos bombardeos sobre la ciudad de las tropas republicanas españolas y las tropas rusas de Stalin. Aquí se ve el presbiterio y el coro, al fondo,  Este y no otro, fue el verdadero comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Teruel fue casi totalmente destruida por las tropas oponentes a cañonazos, desde las altas muelas de los alrededores, y se ensañaron de la misma manera con los objetivos religiosos y civiles, que con los objetivos militares. Fue la primera ciudad reconquistada al bando golpista y se quiso dar un escarmiento, aparte del hecho simbólico y propagandístico de su toma.

Es un milagro que la catedral no cediera ante los numerosos obuses que le cayeron entre finales 1.937 y comienzos de 1.938. Las naves laterales y la nave central se derrumbaron, dejando tristemente asombrados a los turolenses con el descubrimiento de este prodigio oculto, que aguantó, aunque quedó destruida una sexta parte de la estructura de la techumbre.

Pero también, fueron esos obuses los que dejaron al descubierto para la humanidad uno de sus mayores tesoros escondidos de todos los tiempos: la Techumbre Mudéjar, un prodigio  profano a la vez que religioso, sin precedentes en ningún lugar del mundo, no solo por su belleza artística, sino sobre todo, por el trasfondo humano de su contenido.

Tal vez sea el primer “cómic” dibujado y pintado de la historia, sin contar con el de las Cuevas de Altamira, pero que este lo fue en la prehistoria. Y hoy en día lo podemos ver también como el primer “videojuego Games”, ya que utiliza técnicas parecidas narrativas en el desarrollo de sus historias, plasmadas en pinturas que parecen fotogramas fijos secuenciales. Y cada uno de ellos remarcando diversos sucesos emocionales muy intensos en sus tablillas.

Las escenas de la lucha de las gentes corrientes que no guerreros, contra los monstruos y dragones, inducían a los villanos turolenses, quienes las observaban, a unas emociones épicas, que les sugestionaban para creerse con la capacidad de volverse invencibles ante cualquier circunstancia. Fueran estas provenientes de un ataque de tropas enemigas cristianas o musulmanas, o de un ataque de tropas de seres monstruosos totalmente desconocidos.

Los Villanos Turolenses luchando SIN MIEDO contra los dragones.

Pero esos mensajes tan claros, aunque a veces subliminales, quedaban grabados en sus mentes y corazones, de tal manera que estos peligros no iban a causar ningún miedo a los defensores.

Es curioso que no se haga alusión al mal, con sus tropas satánicas de demonios provenientes desde el infierno, sino más bien a las gestas de San Jorge contra el dragón. Y al hecho de que esas mismas hazañas pueden ser emuladas por cualquier villano turolense que se creyera y luchara por los Fueros de la villa. Es decir, por cuáles cualquiera que defendieran las fronteras del Reino de Aragón con sus propias vidas, aunque fueran civiles, de cualquier cultura y religión.

Todas estas maneras tan profanas de expresarse no existen en ninguna catedral del mundo. Y tal vez en ningún otro recinto construido por los seres humanos. (Continúa…)