II.Pintura de la Santa Sábana en Teruel

POR Angel Alvarez Orgaz
07/12/2023

Siglo XIII: Alguien, sin apenas espacio para hacerlo, consideró que la escena donde se cubría el cuerpo de Cristo con una Sábana, era tan importante de representar como la propia crucifixión de Jesús.

(Continúa de I)

Lo segundo es que Jesús está tapado con la Sábana Santa, que puede que fuera el mantel de la Última Cena, ya que a los familiares no les dio tiempo a poder comprar una, por mucho que lo diga el evangelista Marcos, un siglo después de los hechos, al entrar en el sábado. Juan estaba allí y no lo dice, ni tampoco Lucas, ni Mateo.

Sin embargo, en Teruel se nos muestra el rostro sin tapar. Está claro que todo el mundo que ha pintado el rostro de Jesús, con pelo largo y barbas, parece que ha acertado.

En las otras pinturas del viacrucis, del rostro de Jesús, en la misma serie de pinturas, sí vemos la pelambrera que llevaba Jesús en la cruz, toda despeinada, y nos sorprende, lo bien peinado que está después de muerto. Lo curioso, es que este peinado nos recuerda muchísimo al que lleva Jesús, en la Santa Sábana.

 

Sábana + Sepulcro + Cruz

 

 

Lo tercero: pero, ¿de quién es el brazo izquierdo que está entre Jesús y el caballero medieval con la flor de lis? Obviamente, el dedo pulgar no da lugar a ninguna duda. Además, el brazo aparece desnudo. El brazo es de Jesús.

Sin embargo, la sensación visual, más bien, nos indica lo contrario: el caballero parece recostado, sobre la superficie donde han colocado al Maestro, e inclinado hacia adelante, apoyándose en ese brazo, que parece totalmente suyo.

Además, la mano izquierda de Jesús, gira la muñeca hacia el caballero, en un ángulo muy meditado, como si Jesús le señalara, en un simbólico gesto de confianza hacia el hombre del escudo de la flor de lis. Es como si nos indicara que la Orden de Sión le custodia y protege. Obviamente, ¿qué puede custodiar, también, la Orden de Sión? La Sábana Santa.

Esto no puede ser casual. No tiene sentido que el brazo asome por encima de la Santa Sábana. ¡Eso no puede ser que lo hayan tapado mal, leñe!

 

 

Tal vez, el que lo tapa sea José de Arimatea, que según Juan, fue el que solicitó la devolución del cadáver, y era discípulo de Jesús. Y, lo apuntaron en la lista negra: este hubiera sido un buen Papa.

Y le menciono porque era un alto cargo, un miembro del Consejo Supremo Judío. Y no dejó de ser judío, y sin embargo, es un Santo de la Iglesia Católica, que también lo considera cristiano, por ser discípulo de Jesús, y por ser tan valiente con los que no eran como él, pensando tan diferente. ¡Pertenecía a dos religiones, por Dios, pero el de Arimatea, no lo sabía todavía! ¡Qué tiempos aquellos, tan memorables e inocentes, en algunas cosas!

Y para demostrar ya de una vez, que muchos hombres y mujeres judíos, a nivel personal, se portaron fenomenalmente bien con Jesús, jugándose la vida por Él.

 

Y, ¿luego, decimos que no existen los "Prioratos de Siones"?, ¡Ay! ¡Pero mira que, a veces, somos mentecatos y melones! ¡Cuántos contubernios secretos existirán ya, y algunos, para tocarnos las narices! ¿Que no? ¡Vaya que no! 

 

Cuarto: Que nos sorprende en esta extraña escena, que la cabeza de Jesús no lleva la aureola, sin embargo, la ha llevado todo el tiempo, en todo el resto de imágenes, de la serie pintada sobre la pasión, INCLUIDO CUANDO ES BAJADO DE LA CRUZ, ya muerto.

 

 

Y que estaba muerto, se nota claramente, por la expresión desolada de su Madre, la Virgen María. Pensad, que su Hijo murió muy reñido con ella. Y, ella era del bando que opinaba que "El vivo al bollo, y el muerto al hoyo". Lo pasó muy mal, la pobre, pero ahí que se la jugó, y la apuntaron en la lista negra, de todos lo que tuvieron que ver con el desgarramantas del nuevo Mesías. El famoso Rey del los Judíos, que liberaría al pueblo hebreo de la tiranía de Roma. 

Y esta parece ser la causa por la que Judas le traicionó. Cuando descubrió que Jesús era un "ñoño cobardica", se desencantó de Él. Y, pensad que Pedro logró la tan ansiada "desmaterialización espontánea", que tan denodadamente, persiguen nuestros sesudos científicos cuánticos del siglo XXI, en las tres ocasiones que le acorralaron y le acusaron de ser discípulo del Nazareno. ¡Estos fueron los primeros milagros de San Pedro, no reconocidos aún, por la Iglesia!

 

Pero, seguimos: es como si su rostro, que asoma por encima de la Sábana, fuera la continuación de la propia tela. Y, tal vez por eso, no lleva el aura, PORQUE EN LA TELA DE VERDAD, TAN POCO LA LLEVA. Un rostro sorprendentemente parecido en los rasgos generales, tanto en la forma del pelo, como en las facciones. Rasgos sanguinolentos, los únicos que se pueden apreciar en la Santa Sábana de verdad.

Es decir, que tal vez no lleva aura, porque, alguien ha visto la Síndone, y no la ha visto reflejada allí. Y no se atreve a poner el aura alrededor de la cabeza de Jesús, en esa escena.

Los dos caballeros de la Orden de Sión, junto al cadáver, no llevan aura. Luego aparece la Virgen María, y tal vez San José de Arimatea, y ambos llevan aura. Jesús ha llevado aura en todas las escenas donde estaba vivo y una, también, en donde ya estaba muerto. Pero en la segunda escena, donde aparece muerto, no lleva el aura.

Entonces, el alarife, que no puso el aura pintada, ¡sabía la verdad! Había visto la Sábana Santa, o se la habían descrito, y en ese momento, relacionó el cuerpo de Cristo con ella. Y no le puso el aura, a pesar de que se jugaba la vida.

Nosotros pensamos que esto de quitar el aura, o la aureola, que no se la pusieran a Jesús, estando muerto, cuando era el Hijo de Dios Padre, no es casual. Es un error gravísimo, para la época. En aquel tiempo era una herejía como una casa, que no pasaba desapercibida por un sacerdote católico, ni por la Inquisición. 

 

Pero, es que los motivos pintados en la techumbre de la Catedral parecían de todo menos motivos religiosos. Si se tapó con escayola blanca, fue por algo. Una escayola que, además, no tenía ninguna gracia, toda blanca, pero ¡era preferible que ver algunas de aquellas escenas laicas! Luego, bombardearon la Catedral, y salió el tomate a la luz, de pura chiripa, porque el enorme obús penetró en el recinto, destrozando el tejado, pero no explotó. ¿Acaso no fue un milagro?

 

Sí, porque no solo no destruyó la Catedral bombardeada, con una techumbre de madera, que no llegó a arder, de forma inverosímil, dados los destrozos causados por el impacto del obús, sino que la Catedral nos mostró su propio subconsciente individual, que albergaba un asombroso inconsciente colectivo de la gente del siglo XIII.

Abril de 2.019.

Su "primita", la gótica Nôtre Dame de París, que empezó a construirse antes y se terminó después que Santa María de Mediavilla de Teruel, ardió desde su techumbre de madera, debido a un cortocircuito, en unas obras de restauración. Que, por cierto, son dos edificios separados tan solo por 1.300 kilómetros y con dos estilos totalmente diferentes, el gótico y el mudéjar, siendo ambas iglesias de la misma religión católica.

Increíble, que un cortocircuito quemara lo que no quemó un obús, que impactó en el mismo tipo de recinto de madera. Pero, claro, esta Catedral turolense tiene misterios como para detener al tranvía que mató a Gaudí. Y la Santa Sábana tenía que estar en su techumbre, ¡cómo no!

 

Para acabar: En 2017, un estudio científico, de científicos del Instituto de Materiales de Trieste y del Instituto de Cristalografía de Bari, pertenecientes al Centro Nacional de Investigación de Italia, junto con la Universidad de Padua, han llegado a la conclusión que la Santa Sábana estuvo en contacto con sangre humana. Además, no les cabe la menor duda que la persona fue torturada. En concreto, se refieren a la existencia de nanopartículas de creatinina unidas a las de ferretinina, asociadas a un gran sufrimiento, traumas o torturas. Estos estudios solo son posibles en estas fechas actuales, dado el gran avance del microscopio electrónico. Es algo imposible de falsificar.

Más recientemente, en 2.019, un equipo de investigadores en mediciones térmicas y mecánicas de la Universidad italiana de Padua realizaron tres pruebas en la misma muestra de 1988 usando luz infrarroja y espectrografía de Raman, en relación con el voltaje. Los resultados dataron la Síndone entre 300 a.C. y 400 d.C., ciertamente durante la vida terrena de Jesús.

 

Y, esta es nuestra pequeña venganza, la de aquellos niños de nuestra generación, que creíamos en los "duendes y las hadas" pintados en aquel maltrecho lienzo, que nos llegó de forma imposible, como la propia Santa María de Mediavilla, y descubierto por el obús de la propia tecnología fotográfica recién creada. E indemne de varios incendios, seguro que provocados por los mismos de siempre, en su intento de hacerla desaparecer, lo mismo que ha hecho la ciencia políticamente correcta, con ayuda de esa parte oscura, mediocre y cutre, que suele tomar la batuta del poder mundano, en nuestra propia Iglesia, olvidando que es un instrumento celeste, una escalera para alcanzar el Cielo, todavía aquí, en la Tierra.

Un "trapillo" que los laboratorios dataron en fechas imposibles, pulverizando nuestra fe en la ciencia, y engrandeciendo nuestro razonamiento más allá, en lo desconocido.

 

Pero, en Teruel, siempre supieron la VERDAD de este improvisado mantel de la Última Cena, porque los turolenses del medievo, los pioneros y pioneras primordiales, una raza espiritual de gigantes, por dentro, tan humanos como los demás, por fuera, no podía menos que supeditarse a la prolongación de sí mismos, en la propia Eternidad del Universo.

 

 

 

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