I.La Catedral del Amor TÁNTRICO: ¡Santa María de Mediavilla! AVE MARIA GRATIA PLENA.

POR Angel Alvarez Orgaz
02/01/2024

No se nos ocurren otras palabras: Si la FELICIDAD fuera posible, querríamos vivirla como la de estos amantes. 

Porque, DESPUÉS DE OBSERVARLES, ya sabemos que existe un propósito, más allá de la sexualidad. Estos seres no buscaban únicamente procrear. Sus rostros reflejan una paz interior, un descanso emocional, una entrega íntima tan profunda, que nos tiene que dar mucho que pensar.

No es casualidad, que estas personas, nos hayan transmitido un mensaje de tanta envergadura, y lo hayan legado para nosotros, en nuestra época, en nuestra actualidad, totalmente alienada por el consumismo de cosas banales, que desaparecen sin habernos enseñado nada.

Es cierto, que en nuestro mundo, todo es efímero. Sin embargo, existen cosas efímeras, tan transcendentales, que son capaces de atravesar el umbral de la muerte, Y TRANSFORMARSE EN ETERNAS. Sí, y tal vez, porque siempre lo fueron. Y son aquellas que tienen que ver con el nacimiento de la propia VIDA. 

En aquella época, estaban muy atentos a la realidad, tal cual era, porque la vida era corta, las enfermedades eran letales, la guerra era inevitable, y la esclavitud era casi permanente, respecto a los poderes locales.

Pero, sobre todo, había menos distracciones.

Nuestra cómoda época, para una pequeña parte de la humanidad, claro, nos ha vuelto intrascendentes, por eso mismo, por la asunción obvia y descarada, de nuestro propio egoísmo.

Nuestro mayor logro ya consiste en vivir una vida sin conflictos, satisfecha, de principio a fin. Lo único que se nos pide es que olvidemos la FELICIDAD, y nos conformemos con la SATISFACCIÓN. Algo que nos merecemos nosotros y otros no, porque hemos sido más listos, y más inteligentes.

Pero, la Felicidad es el resultado de la LIBERTAD. Y, los seres humanos estamos "mal hechos", "erróneamente fabricados", porque nos empecinamos en perseguir algo que no existe.

Y, sin embargo, en la frontera cotidiana, entre la vida y la muerte, de una guerra sin fin ni comienzo, en Teruel, existían personas que hacían el AMOR, como si fueran inmortales, como si fueran ángeles del Cielo, aquí en la Tierra; como si el Reino de Dios pudiera ser descendido a la Tierra, de forma tan vulgar y espontánea, encima de un camastro.

Pero, nos olvidamos que Jesús, nació en un pesebre, bastante peor que ese camastro.

Y nos olvidamos, que la Virgen María no pudo disfrutar de su concepción con su esposo... O que, tal vez, el amor entre ambos fue tan puro, tan inocente, que ambos lograron ser, otra vez, VÍRGENES. 

Las escrituras nos hablan con símbolos e imágenes, que tenemos que descifrar en cada época.

En una época antigua, la virginidad significaba que una mujer NO HABÍA TENIDO TODAVÍA HIJOS. Esa era la barrera de la Virginidad, porque, una mujer valía la cantidad de hijos que pudiera llegar a concebir y, por eso, tenía que aportar una dote al marido, para no ser repudiada, en caso de no poder concebir.

Y la virginidad se "perdía" mediante un rito público, un pequeño festejo, a los tres meses de haber parido, tan solo si la criatura lograba sobrevivir. Así era el mundo judío antiguo, por ejemplo.

Pero, como en nuestra sociedad tan moderna, siempre pensamos "en lo mismo", hemos traducido esa palabra del Arameo, la palabra Virginidad, con el equivocado significado del griego antiguo, la cuna de nuestra civilización: Virginidad es no haber yacido nunca con ningún varón, y eso significa estar libre de pecado, es decir, del sexo convertido en lujuria.

MADRE NUESTRA DIVINA, perdónanos por nuestra ignorancia, lo mismo que hizo tu hijo, Jesús, hasta el aburrimiento.  Que ni aun resucitando, nos hizo expandir el seso, y mucho menos, abrir nuestro corazón, a la dulzura del sexo.

¡Santa Virgen María de Mediavilla!

AVE MARIA GRATIA PLENA